El gato y los ratones
Eran muchos ios ratones que cazaba cierto gato; pero al fin, más advertidos aquellos, determinaron no bajar de los sitios altos y estarse siempre donde no pudiese alcanzarlos su incansable enemigo. No desmayó por esto el gato, sino que, fingiéndose muerto, se colgó por los pies de un madero que había en la pared. —«Es inútil que hagas el mortecino, le dijo un ratón asomándose por un agujero, porque conozco tus mañas en términos que no piense moverme aquí».
El varón prudente podrá ser engañado una vez, porque luego no se fiará más en falsas palabras.
Comentarios Facebook