Sumeria en la mitología hebrea
En la imagen, desarrollo impreso del «Cilindro Sumerio de la Tentación» (2800 a.C), una mujer junto a una serpiente extiende su mano a la hoja de una planta que media entre ella y un hombre. Símbolo del fracaso de Gilgamesh, rey de Uruk (Sumeria) en su búsqueda de la eternidad. Crónica de Gilgamesh, tablillas cuneiformes versión babilonia antigua I-IV y VI-XI y tablilla V versión asiria.
Occidente está en deuda con Sumeria siendo su escritura, cultura urbana y religión su legado más evidente. Los sumerios pueblo de origen desconocido y costumbres sedentarias se establecen en la Baja Mesopotamia creando la primera ciudad: Eridú, (4900 a.C). Sus vecinos del norte, akkadios, semitas nómadas, adoptan de ellos religión y escritura, siendo que su lengua por primera vez representada en forma escrita lo haga en caracteres cuneiformes sumerios. Su rey, Sargon , organiza el primer imperio abarcando desde el Golfo Pérsico al Mediterrárreo incluyendo toda la geografía de la Alta y Baja Mesopotamia quien se define a sí mismo:
«Sargón el soberano potente, rey de Akkad, soy yo
Mi ciudad es Azupiranu, en las orillas del Eufrates.
Mi madre me concibió, en secreto me dio a luz.
Me puso en una cesta de juncos, con pez selló mi tapadera.
Me lanzó al río, que no se levantó (sobre) mí.
El río me transportó . . .»
esta circuntancia favoreció que los dioses sumerios hicieran llegar sus mitos y culto a todos los grupos de lengua semítica que optaron por la escritura: el babilono, amorreo, cananeo, ugaritico, asirio y más tardíamente, en versión alfabética de aporte ugarítico: el fenicio, arameo y el «hebreo».
Como lenguaje hablado, el sumerio desapareció alrededor del siglo XVIII a.C, pero continuó como lengua escrita “aprendida” (al igual que el latín fue durante la Edad Media en Europa) decorando con sus documentos en tablillas de arcilla cocida, las bibliotecas de Asurbanipal, Ebla, Lagash,Ugarit, y Nippur en temas que incluyen, dentro de su religión, un mito de la Creación el ¨Enuma Elish¨ (Cuando en lo Alto)
«Cuando en lo alto el cielo no había sido nombrado nada había sido llamado con un nombre abajo la tierra firme nada más había que el Apsu primordial, su progenitor (y) Mummu-Tiamat, la que parió a todos ellos mezcladas sus aguas como un solo cuerpo y otros mitos:
«…Ki creó con la costilla de Enki una diosa, Nin-ti, la mujer de la costilla»
«…Enki creó un lugar donde el hombre podía vivir sin miedo a los animales; un lugar sin terror, pero Enki descubrió un comportamiento inadecuado en los humanos y los expulsó»
«…Durante 7 días y 7 noches llovió sin parar pero Ziusudra, avisado por el dios Utu, creó un barco donde guardó ejemplares de semillas y animales. Cuando dejó de llover, y apareció el sol, Ziusudra hizo el sacrificio de una oveja al dios Utu.»
«…Con su carne y su sangre, Nintu mezclará la arcilla: De este modo el dios y el hombre estarán asociados. Reunidos en la arcilla, ¡Y, a partir de este momento, nosotros estaremos ociosos!¡Gracias a la carne del dios, Habrá en el Hombre un “alma»
«…« (Te) revelaré, oh Gilgamesh, una cosa oculta, y un secreto de los dioses te diré: Hay una planta, como el cambrón es su…(?). Sus espinas pincharán tus manos como la rosa. Si tus manos obtienen la planta, serás joven de nuevo»
Año 280 a.C, Egipto, Ptolomeo II (Filadelfo) ha heredado de su padre una gran responsabilidad: la Biblioteca de Alejandría, donde se traducen al griego las mejores piezas de la literatura universal, su director Demetrio de Falera es acosado, en su atraso, por el faraón a quien trata de convencer de incluir en ella los » libros de los hebreos». Este acepta con una condición: un informe previo sobre ellos. Demetrio selecciona un equipo de especialistas quienes le informan: «Memorandum de Demetrio» ( Carta de Aristeas, líneas 30-32)
«…se hallan escritos en letras y lengua hebreas, traducidos a descuido y no como conviene al parecer de los competentes; pues no han gozado del cuidado real. [31] Preciso es que también éstos se hallen junto a ti, en una versión cuidada, por ser Ley henchida de sabiduría y muy pura, como que es divina. Por ello se han abstenido escritores, poetas y la pléyade de historiadores de hacer memoria de los antedichos libros y de los hombres que por ellos se han regido: porque su doctrina es augusta y sagrada, como sostiene Hecateo de Abdera. [32] Si te parece bien, oh Rey, se escribirá al sumo sacerdote de Jerusalén para que nos envíe hombres de vida…»
El nombre de Hecateo de Abdera, historiador griego de escuela escéptica , sugiere que el parecer de «los competentes» tuvo acceso, y se informó en dos trabajos uno de historia egipcia y el otro mesopotámica, la «Aegyptiaka» de Manetón y la “Babilonika” de Berossos. que previo a la traducción del Pentateuco ya ocupaban su lugar en la Biblioteca advirtiendo al rey que los libros hebreos si bien de una «doctrina augusta y sagrada», no eran libros de historia.
Por Roberto Vargas
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